viernes, 12 de marzo de 2010
lunes, 19 de octubre de 2009
Niños
Como colectivo social, los niños me parecen un grupo interesante de estudio. Son "personitas" extremadamente curiosas que lo ven todo desde otra perspectiva, sin prejuicios, sin ningún conocimiento de lo que les rodea y asombrados siempre por lo que ven, escuchan, huelen y tocan.
Los niños también viven la ciudad, forman parte de ella, del paisaje urbano. En Madrid, sobre todo en la parte centro, nuestra zona de estudio, el panorama con el que se encuentra un niño puede ser bastante desolador. No existen apenas parques ni zonas verdes, hay ruidos desagradables, suciedad, personas con prisas y edificios muy altos que dan sombra a cualquiera. Por eso pensé en ellos, en que todos hemos sido niños, y hemos pasado tiempo en las calles, moviéndonos con la ciudad, y todos hemos preferido siempre un lugar para reunirnos; un banco debajo de un arbol, una plaza con columpios, las escaleras de una biblioteca o un callejón.
Un refugio para niños no puede ser algo aislado, parado en un lugar concreto, tiene que ser una especie de recorrido con distintas bases, como en el rugby; que fuese como un juego, un circuito lleno de escondrijos, huecos para resguardarse del sol y del frío, formas que permitan sentarse, tumbarse, estar de pie o incluso colgado, para relajarse o divertirse y para observar el exterior sin ser visto.
Con materiales seguros y limpios, sin ángulos peligrosos y coloristas. Todo esto adecuado al tamaño de un niño, porque si lo pensamos o nos ponemos a recordar, tiene que asustar mirar a tu alrededor siendo tan pequeño y darte cuenta de que estás rodeado de algo tan grande y complejo.
Para que los padres lleven a cabo su "vida urbana" sin que los niños se aburran, una especie de guardería poco convencional totalmente integrada en la ciudad.
Links que me pueden servir de ayuda:
miércoles, 14 de octubre de 2009
Jørn Utzon
Lo que a todo ser humano le gustaría es ser completamente libre para dar salida a lo que lleva dentro, a cada fuerza que se posee, a cada talento.
martes, 13 de octubre de 2009
La ciudad
Entre la nube de agua evaporada y el suelo está la ciudad, estamos nosotros, constantemente dibujándonos.
Los contempladores de nubes escrutan el horizonte, su afán es reconocerlas en lo más escondido. Lo hacen para albergar la esperanza de que todo aún es posible; la alegría, el juego, la vida...
Los rastreadores de suelos remueven la tierra hasta encontrar los cimientos donde descansa su entorno. Lo hacen para burlar la frontera y encontrarse de bruces con el mundo.
Entre la ligereza de los sueños y la gravedad del hormigón se encierra la vida de los hombres, su grandeza y sus miserias, aquello por lo que merece la pena vivir y aquello a pesar de lo cual se arrastra esta existencia.
La ciudad es el escenario de su encuentro: ella misma es cómplice y protagonista.
Jorge García de la Cámara
http://epulare.wordpress.com/
Los contempladores de nubes escrutan el horizonte, su afán es reconocerlas en lo más escondido. Lo hacen para albergar la esperanza de que todo aún es posible; la alegría, el juego, la vida...
Los rastreadores de suelos remueven la tierra hasta encontrar los cimientos donde descansa su entorno. Lo hacen para burlar la frontera y encontrarse de bruces con el mundo.
Entre la ligereza de los sueños y la gravedad del hormigón se encierra la vida de los hombres, su grandeza y sus miserias, aquello por lo que merece la pena vivir y aquello a pesar de lo cual se arrastra esta existencia.
La ciudad es el escenario de su encuentro: ella misma es cómplice y protagonista.
Jorge García de la Cámara
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